enero 4, 2025

El Post Pandemia

Noticias Constructivas

Tomarnos el tiempo para pausar

En estos días de convulsiones tanto externas como internas producto de esta pandemia global, podemos – si es que lo deseamos – tomarnos el tiempo para ver más allá. En las estaciones de la vida los inviernos son una oportunidad para la reflexión, la pausa y conexión con aquel ser que verdaderamente somos, un ser espiritual. 

Allí donde nuestro cuerpo, mente, alma y corazón se entrelazan en un lazo indivisible, donde palpitan nuestras esperanzas y en cada respiración aminoramos la marcha, en ese espacio mental de tranquilidad pueden florecer muchas cosas bellas. En este tiempo de introspección, obligados a aquietar nuestra mente, podemos tomarnos un descanso para mirar detenidamente a nuestros hijos, a la familia y seres queridos. Tal vez atesorar momentos que de otro modo no hubiéramos podido tener como almorzar con nuestra familia, hornear nuestro propio pan, meditar en silencio, despertar a nuestro propio ritmo y construir comunidad con quienes tenemos a nuestro lado, tal vez no físicamente, pero sí en el corazón. 

Es momento de remover la tierra, sembrar la semilla y esperar. 

Todas estas cosas, por sencillas que parezcan, guardan un significado tremendamente profundo: la posibilidad de reencontrarnos con nuestro propio ser interior, escuchar a nuestro espíritu – y al de los demás -, y discernir de mejor manera aquello que queremos mantener en nuestras vidas y aquello que debemos dejar ir. Es momento de arrancar las malezas, esos hábitos nocivos que intuimos no nos hacen tan bien, aquellas prioridades mal balanceadas y esos patrones de conducta que queremos mejorar. Es momento de remover la tierra, sembrar la semilla y esperar. 

La paciencia es una virtud que hoy tenemos posibilidad de cultivar, pero una paciencia activa, en la que trabajamos por nuestros propósitos, pero a la vez una paciencia serena, calma, quieta, en la que aceptamos las estaciones de nuestra vida, y entendemos que después de un invierno siempre vendrá una primavera.



Sheida Maher
Médica residente psiquiatria infanto juvenil
U. de Chile

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